imán e imam, formas válidas
15/05/2017
imán e imam, formas válidas
📖 Tanto imán, con tilde y acabado en ene, como imam, sin tilde y acabado en eme, son formas válidas para aludir al guía o jefe religioso musulmán. El Diccionario académico dice del término imán con las acepciones ‘encargado de presidir la oración canónica musulmana, poniéndose delante de los fieles para que estos lo sigan en sus rezos y movimientos’. Y ‘guía, jefe o modelo espiritual o religioso, y a veces también político, en una sociedad musulmana’. Los plurales respectivos son imanes e imames. En caso de que se tratara de una mujer es aconsejable hablar de una imán o una imam. 📖
En los medios se aprecia que ambas formas se usan indistintamente: «Turquía emite una orden de detención contra 101 imames del Ejército» o «Una representación de la comunidad encabezada por Abdellah Mhanna (imam de la mezquita del centro histórico y coordinador provincial de imanes) visitaba a la cónsul de Francia».
El Diccionario académico recoge el término imán con las acepciones ‘encargado de presidir la oración canónica musulmana, poniéndose delante de los fieles para que estos lo sigan en sus rezos y movimientos’ y ‘guía, jefe o modelo espiritual o religioso, y a veces también político, en una sociedad musulmana’, al tiempo que señala que también es válida la grafía imam, menos habitual en el uso.
Ambas voces son agudas, pero mientras que imán lleva tilde por acabar en ene, imam no la lleva por acabar en eme. Los plurales respectivos son imanes e imames, este último de formación excepcional, pues las palabras que terminan en -m normalmente se pluralizan con –s.
Aunque las dos variantes son válidas, es recomendable mantener la coherencia en un texto, de modo que siempre se use bien imán e imanes o bien imam e imames. Por ello, el primer ejemplo es correcto, pero en el segundo sería mejor «Una representación de la comunidad encabezada por Abdellah Mhanna (imán de la mezquita del centro histórico y coordinador provincial de imanes) visitaba a la cónsul de Francia».
Dado que los imanes son tradicionalmente hombres, estas voces se usan casi exclusivamente en género masculino, pero en caso de que se tratara de una mujer es aconsejable hablar de una imán o una imam, en femenino, como en «Comenzó a gestarse la idea de abrir una mezquita para mujeres en la que una de ellas fuera la imán».
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